En el momento de contratar una hipoteca, los usuarios se cuestionan si sería conveniente amortizarlo con los ahorros o invertirlos.
Si mantenemos el dinero en nuestra entidad financiera, no obtenemos ninguna rentabilidad. Por ello, es recomendable darle un uso para obtener rentabilidad.
Los primeros ahorros pueden ir destinados a adquirir una vivienda. Más adelante, conseguiremos nuevos ahorros a los cuales les daremos un nuevo uso: exprimiendo la máxima rentabilidad posible de ellos (invirtiendo en fondos de inversión o productos financieros) o para suprimir la deuda que tengamos. Si invertimos, cabe destacar que podemos obtener beneficios o sufrir pérdidas económicas.
En este caso, la mayor ventaja es la disminución de nuestro endeudamiento para llegar al fin de la hipoteca. Para ello, existen dos maneras:
Lo más recomendable es llevarlo a cabo al comienzo del préstamo, ya que en los préstamos hipotecarios en España se abonan más intereses en la primera parte y en la segunda, más capital. Por ello, si amortizamos la hipoteca en la primera etapa, conseguiremos reducir la cifra de intereses.
En cuanto a la inversión, la ventaja más importante es adquirir beneficios económicos al invertir nuestros ahorros.
Tras estudiar las ventajas e inconvenientes de ambos procesos, hay que analizar varios aspectos generales que pueden llegar a facilitar la toma de decisión: